En el Colegio San Ignacio El Bosque vivimos un momento muy especial con la entrega del libro “La Montaña de Ignacio”, una iniciativa que nació de un sueño profundo que compartimos como comunidad: relevar y celebrar el momento en que nuestros niños y niñas consolidan la lectura y la escritura, uno de los hitos más significativos de la vida escolar.
Aprender a leer no es solo un logro académico. Es un proceso que transforma la mirada, amplía horizontes y fortalece el corazón. Desde nuestra identidad ignaciana, entendemos este aprendizaje como un camino que une mente, afectividad y espiritualidad; una experiencia que invita a crecer desde dentro y a reconocer la presencia de Dios en todas las cosas.
Un proyecto que integra lo académico y lo formativo
“La Montaña de Ignacio” fue desarrollado por una comisión integrada por nuestra directora académica, Mariela Loyola; el capellán del colegio, padre Rodrigo Poblete SJ; Loreto San Miguel, directora del primer ciclo; y la coordinación académica del primer ciclo. Desde el inicio tuvimos la convicción de que este libro debía integrar lo académico con lo formativo, fieles al sello que caracteriza nuestro modo de educar.
Para dar vida al proyecto invitamos a Carol Neumann, destacada autora de literatura infantil y apoderada del colegio. Le pedimos traducir en palabras e ilustraciones aquello que estaba en el corazón de esta idea: el esfuerzo, la perseverancia, la alegría de aprender y la presencia continua de una comunidad que acompaña con cariño y dedicación. Gracias a su mirada sensible y profunda, lo que comenzó como un sueño se transformó en un libro que refleja la esencia de crecer en un colegio jesuita.
Una entrega con profundo sentido
La entrega del libro se realizó durante la liturgia final de 2° básico, un momento simbólico que marca el cierre de la trayectoria en el primer ciclo y el inicio de un nuevo desafío: 3° básico y el comienzo del segundo ciclo. En esta celebración, donde agradecemos el camino recorrido, cada niño y niña recibió su ejemplar como un gesto de reconocimiento a todo lo que han conquistado.
Entraron a este ciclo con apenas cuatro años; hoy se van como lectores y lectoras seguras, capaces de seguir subiendo nuevas montañas de aprendizaje. Fue una ceremonia llena de emoción, profundidad y sentido comunitario, fiel a nuestra identidad ignaciana.
Un libro que acompaña y anima a seguir creciendo
Cada página de “La Montaña de Ignacio” refleja más que letras. Refleja un camino de conquista personal, de confianza en las propias capacidades y de interioridad. Este libro también reconoce la unión de familias, docentes y estudiantes, todos avanzando juntos.
Con orgullo entregamos esta obra que representa nuestro sello formativo: educar personas que aprenden con la mente y con el corazón, que descubren en las palabras un lugar para crecer, imaginar, agradecer y servir.
Esperamos que acompañe a nuestros estudiantes en los años por venir, recordándoles siempre que pueden conquistar muchas otras montañas a lo largo de su vida.