José Pablo Guzmán Zambrano

Cuando estuve en el colegio participé de cuanta actividad había, ¡que eran hartas! Los talleres de teatro, talleres de música, en la CVX, en los scout, etc

Ingeniero

Generación 2001

Cuando estuve en el colegio participé de cuanta actividad había, ¡que eran hartas! Los talleres de teatro, talleres de música, en la CVX, en los scout, etc. Recuerdo que cuando estábamos en octavo fuimos a un Encuentro de Jóvenes Católicos, que fue el 98, y que terminó con un evento en el Club Hípico en el que pasamos la noche con frazadas en el suelo con personas de otros colegios y países. Personas con distintas culturas.

Una de las cosas que más rescato del colegio es la diversidad, porque en esas distintas actividades en las que participaba tuve que lidiar con distintas personalidades y prototipos de alumnos: con los bacanes, los nerd, los ateos, los confirmados y los no confirmados, y eso me acostumbró a escuchar distintas opiniones, a respetar y a convivir. Creo que es vital para entregarte una mirada global que es muy característica del San Ignacio. Además, ahora me ha servido muchísimo cada vez que me toca trabajar en equipo.

Hasta el día de hoy sigo viendo a mis amigos del colegio todos los fines de semana y seguimos siendo distintos, todos son distintos a mí, algunos más locos, otros más serios, de distintas profesiones y colores políticos, pero lo más importante: amigos.

Por otro lado, yo destaco especialmente los valores que me entregaron, y eso es algo que la gente comenta del colegio, es común escucharlo. La gente sale súper completa, íntegra y buena, no tan individualista.

La frase que más recuerdo de mi paso por el colegio es una que nos decían en los scout cada vez que llegábamos a acampar a un lugar: “Tenemos que dejar el lugar mejor de lo que lo encontramos”. En el fondo, hacer un mundo mejor.

José Pablo Guzmán Zambrano

Corporate Account Manager en HP