Noticias

“El mundo necesita fraternidad y el colegio ha tenido ese sello permanentemente”

gabriel-roblero-350
WhatsApp

“El mundo necesita fraternidad y el colegio ha tenido ese sello permanentemente”

El provincial Gabriel Roblero S.J., egresado del SIEB, visitó el colegio y destacó “la adaptación del proceso de aprendizaje que estamos viviendo”. Ver más

“El mundo necesita fraternidad y el colegio ha tenido ese sello permanentemente”

Gabriel Roblero S.J. egresó del Colegio San Ignacio El Bosque en 1991 y luego de un corto periodo estudiando Derecho, se cambió a la Escuela de Psicología de la Pontificia Universidad Católica, donde se tituló en 1998. Ese mismo año ingresó como novicio a la congregación.

Después de 21 años en la Compañía de Jesús fue nombrado Provincial en Chile. En ese cargo, le toca visitar personalmente a cada uno de los jesuitas en el país y también a los chilenos que están en otros lugares del mundo. Este encargo tiene como propósito “ver cómo están viviendo su vocación en la misión de la Compañía y seguir animando los lineamientos apostólicos de la provincia”, cuenta Gabriel.

La visita canónica a la comunidad jesuita San Ignacio El Bosque y también a las obras que la Compañía tiene a cargo se desarrolló entre el 17 y el 21 de mayo. En este marco tuvo reuniones con el Directorio de la Fundación del Colegio SIEB, con el equipo directivo del colegio y con el rector, Jorge Radic.

¿Qué destaca de su visita al colegio?

Es importante referirse a la visita hecha el año pasado en la misma fecha. Llevábamos tres meses de pandemia con un estrés fuerte, donde el equipo directivo y todos los funcionarios tuvieron que adaptarse a esta situación de crisis. Destaco que un año después se ve un compromiso fuerte, también hay cansancio; por lo mismo es necesario agradecer el esfuerzo de la comunidad educativa para seguir dando de sí y que el colegio siga funcionando de la mejor manera posible. Hay un camino más consolidado. Actualmente seguimos en pandemia, con un número de contagios crítico, existe incertidumbre, pero veo compromiso y claridad respecto de lo que hay que hacer; es muy destacable la adaptación del proceso de aprendizaje que estamos viviendo.

Esta visita apostólica se vivió en el año en que, con la evaluación, estamos cerrando una etapa del proceso de mejoramiento con la finalidad de descubrir nuevos horizontes. Para Gabriel, en este tiempo no se puede olvidar el contexto sanitario y social del país. La pregunta es “qué servicio queremos que los y las estudiantes del colegio puedan dar a Chile y eso va a significar seguir profundizando la calidad educativa que viven nuestros estudiantes y también la calidad de la formación de los educadores del colegio”. Añade: “La formación tiene que ser continua y abarcar la identidad católica del colegio para hacer la transmisión de la fe en un contexto particular e importante que Chile está viviendo”.

A su juicio, ¿cuál es el espíritu del colegio que se ha mantenido desde que era alumno, luego profesor y ahora con su visita como provincial?

Como dice el lema, ‘entramos para aprender y salimos para servir’. Es algo continuo del colegio, una experiencia de aprendizaje que va formando en un compromiso hacia la sociedad, eso significa que nos preocupamos de formarnos bien. Tiene un sello de justicia social para que este mundo sea más equitativo; nos interesa que la experiencia de fe nos enseñe un Dios cercano, amigable y que necesita de nosotros para que este mundo sea mejor y más fraternal. El colegio también tiene un espíritu de equipo, enseña a través de un sello de cooperación; no formamos individuos separados, el mundo necesita fraternidad y el colegio ha tenido ese sello permanentemente.

Alumno y profesor

De sus años como estudiante del SIEB, lo marcó la relación con los profesores “cercana, de confianza. Disfruté mucho el proceso de enseñanza en el colegio, pero también las actividades extraprogramáticas, principalmente el grupo scout y la CVX”, recuerda.

Entre el 2007 y 2008 Gabriel Roblero S.J. regresó al SIEB como profesor de religión, cuando estaba recién ordenado sacerdote. “Me acuerdo de los alumnos participando mucho sobre temas de moral de la vida, como aborto y eutanasia, y también sobre moral social, como la pena de muerte y el contexto social”. 

¿Qué aprendió como profesor del SIEB?

El proceso de enseñanza tiene que ser muy dialogado con los alumnos, porque ellos traen sus propias vivencias con familia y amigos; hay que escucharlos para que la materia la asimilen en sus vidas y ocupar sus lenguajes. Escuchar a los estudiantes es parte de la experiencia de los procesos de enseñanza aprendizaje de la espiritualidad ignaciana. A partir del contexto en que las personas viven se hace una reflexión sobre las materias que luego sea evaluable, es un sello muy importante de la espiritualidad ignaciana: ver lo que pasa en el mundo desde la fe”.

 gabriel roblero 1 350