Luis Eduardo Bresciani Lecannelier
«Entré al Primero Básico F en 1970. Eran tiempos de cambios, en un colegio que aspiraba a nuevas formas de enseñar, en un edificio moderno, abierto y luminoso, donde todo era encuentro y juego».
Luis Eduardo Bresciani Lecannelier
Entré al Primero Básico F en 1970. Eran tiempos de cambios, en un colegio que aspiraba a nuevas formas de enseñar, en un edificio moderno, abierto y luminoso, donde todo era encuentro y juego.
Pero al poco andar vendría tiempos oscuros para Chile, afectando estos sentimientos de niño.
Vimos partir a compañeros y cambios de rectoría, que nos enfrentaron a un mundo más limitado y carente. En mi caso, este tiempo solo se vería iluminado por Gilberto Ponce y el coro del colegio, un espacio de encuentro donde mucho participamos con entusiasmo.
Cambios vendrían hacia fines de la década de los 70s. Una nueva rectoría liderada por el Padre Rigoberto Ramos sj. reforzaría la presencia de la Compañía de Jesús, con un rol social y comprometido. Mi adolescencia, en tiempo de toque de queda y dictadura, se vería contagiada con la esperanza de los trabajos de verano, las comunidades de pioneros lideradas por el Padre Hodgson y los trabajos de fábrica.
Así y todo, mis primeros años de enseñanza media fueron difíciles. Mi curso perdió cohesión con el colegio y a fines de segundo medio la mitad de mis compañeros habían sido expulsados.
Contrariamente a lo esperado, la llegada en gran número de nuevos compañeros transformó los dos últimos años de colegio en una de las mejores épocas. Bajo la jefatura Juan Díaz sj, mis antiguos y nuevos compañeros conformaron un grupo notable, lleno de cohesión, de personas de gran calidad humana y compromiso, lo que se mantiene hasta el día de hoy.
Luego vendrían los mejores año. Misiones con mi comunidad de pioneros, atletismo con Pato Rossell, candidatura al CASI con grandes amigos (que perdimos) y la semana ignaciana de 1982, la cual ganamos como Cuarto F, muestra de la amistad lograda por el grupo. El SIEB, sus profesores, sacerdotes y compañeros me dieron la herramientas y convicciones para participar desde la universidad de uno de los tiempo más heroicos de nuestra historia, la recuperación de la democracia y la renovación de las ideas.
Luis Eduardo Bresciani Lecannelier
Arquitecto, Director Escuela de Arquitectura UC
Generación 1982