Este lunes, las y los estudiantes del Primer Ciclo vivieron una emotiva celebración de Pentecostés en la capilla del colegio. En un ambiente de alegría y recogimiento, recordamos la llegada del Espíritu Santo, que anima, fortalece y guía nuestra vida cristiana.
Durante la liturgia, algunos educadores personificaron a los apóstoles, rememorando el momento en que recibieron la llama del Espíritu en Pentecostés. Con creatividad y cercanía, se hizo memoria de que esa misma llama también habita en cada uno de nosotros desde el bautismo, como luz que impulsa a amar, servir y vivir con alegría.
A través de gestos, cantos y reflexiones sencillas, se invitó a las niñas y niños a descubrir que, con el Espíritu en el corazón, podemos:
- Amar como Jesús amó
- Vivir con alegría
- Pedir perdón y perdonar
- Servir con generosidad
El Espíritu Santo se hace presente con sus dones, y nosotros como comunidad ignaciana, estamos invitadas e invitados a agradecer y compartir nuestros dones en pos de dar lo mejor de nosotros, para los demás.
Agradecemos a todo el equipo de formación, educadores, asistentes y estudiantes que hicieron posible esta celebración, que no solo enseñó con palabras, sino que formó desde la experiencia y el encuentro.