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Benito Baranda Ferrán

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Benito Baranda Ferrán

Llegar al Colegio San Ignacio a mediados de la década de los ’60 fue un gran regalo para la vida, gracias a mis padres, hermanos y hermanas, a cada una de las personas que tuve la oportunidad de conocer desde muy pequeño en ese espacio educativo, pude crecer, experimentar el dolor y la esperanza.

Generación 1976

Presidente Ejecutivo Fundación América Solidaria

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Benito Baranda Farrán

Llegar al Colegio San Ignacio a mediados de la década de los ’60, fue un gran regalo para la vida, gracias a mis padres, hermanos y hermanas, a cada una de las personas que tuve la oportunidad de conocer desde muy pequeño en ese espacio educativo, pude crecer, experimentar el dolor y la esperanza, aprender de la donación de otras y otros, resolver ‘grandes’ problemas, agradecer y servir, vivir en comunidad y compartir. En buenas cuentas me seduje con la Buena Nueva de Cristo y desde allí en adelante no he parado.

Desde pequeño fui un inquieto permanente, estuve a punto de ser expulsado del colegio por mi comportamiento, pero una gran maestra y otras tantas personas me ayudaron y acompañaron en este tiempo más complejo (especialmente entre 5° y 7° básico). Tengo recuerdos maravillosos y de mucho agradecimiento, grandes compañeros con los que compartimos y cuyas familias me recibieron como hijo. En ese tiempo comenzaba mi pasión por el atletismo y eso transformó mi vida hasta el día de hoy, personas espectaculares nos formaron y entrenaron, amigos y amigas del deporte que siguen nutriendo con cariño la relación mutua.

En la media tuvimos la fortuna de contar con profesoras, profesores y curas extraordinarios. De allí surge mi otra pasión que es la poesía, y se fragua la pasión más grande que es el ‘hambre de sed y justicia’, de crecer espiritualmente en la cercanía con Cristo y su Iglesia. En esto último los Ejercicios Espirituales de San Ignacio y la vida comunitaria en la CVX (en la época escolar Pioneros) fueron un regalo para madurar, servir con excelencia, ser humilde y amar. Junto a Lorena, y con nuestros hijos, he logrado seguir creciendo gracias a estos aprendizajes adolescentes que me donaron tantas personas en ese tiempo escolar, entiendo cada día con mayor profundidad la importancia de servir a los demás y encontrar sentido a la vida donándonos. ¡GRACIAS!

Año de egreso: 1976

Presidente Ejecutivo Fundación América Solidaria