Recibimos con alegría a la primera generación de ignacianos, quienes recorrieron los pasillos y salas donde alguna vez estudiaron, encontrándose con un colegio que ha crecido y evolucionado con el tiempo.
La jornada comenzó con un brunch en el que compartieron anécdotas, recuerdos y reflexiones sobre cómo ha cambiado la vida del colegio a lo largo de los años. El Centro de Alumnos (CASI) les entregó un obsequio simbólico, destacando el banderín que hoy reciben nuestros IV° medios al egresar.
Este reencuentro permitió que la primera generación de ignacianos visite el SIEB y reviva lazos, memorias y experiencias que siguen inspirando a toda la comunidad. Cerraron la jornada con un almuerzo compartido, fortaleciendo los vínculos entre generaciones de ignacianos.
Agradecemos profundamente la visita de esta primera generación, que abrió el camino para tantos ignacianos y que hoy sigue inspirando con su legado.